Todo no basta

Creando una realidad poética onírica y fantasmal, el espectáculo propone un viaje al interior de la mente de la protagonista en el último momento de su vida, en el tránsito de la vida a la muerte.

En este ritual escénico las palabras de Beckett (del personaje    de Boca en su obra No yo) y de Calderón (de La hija del aire), versionadas por Nuria Alkorta, son seres autónomos que escudriñan en el pasado y recrean la vida de Semíramis: sus primeros años de cautiverio en una gruta, su sorprendente liberación, el rápido ascenso en Nínive que culmina con su coronación en el trono del rey Nino, su gobierno despótico    como reina regente de Asiria y, finalmente, su caída.

La ambición de Semíramis espolea su voluntad de existir: todo no basta. Su carácter, forjado como venganza contra un injusto patriarcado divino y humano, y la dolorosa conciencia de una existencia culpable, al saberse fruto de una violación, han provocado en la soberbia Semíramis un ansia de poder y de autonomía que no se sacia. Sin embargo, la opresión y la oscuridad siempre apelan a la libertad y al amor.

¿Quién ganará la partida? La fuerza dramática de la obra sobresale junto a la belleza plástica de la propuesta escénica y su valor simbólico. Delabarca propone una pieza performática, ritual y sensorial.